Susan Kare: la mujer que creó los iconos del Mac a partir del punto de cruz
El cubo de basura, la lata de pintura, el mítico icono feliz al iniciar el Mac o el disco para guardar archivos, Susan Kare los diseñó todos. Estos y la mayoría de los iconos del Apple Macintosh original de 1984, que han sentado las bases del lenguaje visual que permite moverse por un dispositivo a base de clicar en imágenes. Iconos tan reconocibles hoy que se han convertido en legendarios.
En 1983, Susan Kare era una joven escultora cuando recibió la llamada de su amigo Andy Hertzfeld, diseñador de software del primer sistema Macintosh y su interfaz gráfica. Le preguntaba si estaría interesada en aceptar un proyecto que consistía en crear gráficos y tipografías para el nuevo ordenador personal que Apple planeaba lanzar en 1984, un reto que aceptó a pesar de que nunca había diseñado tipografías ni fuentes. Así, Kare entró a trabajar en el equipo de Steve Jobs entre todo un despliegue de artistas, músicos, diseñadores gráficos y otros geeks para formar el departamento de sistemas menos ortodoxo.
Una de sus misiones fue crear las primeras tipografías no monoespaciadas para ordenador: hasta entonces, las limitaciones técnicas habían llevado a que las cajas de texto de cada letra fueran del mismo tamaño, dando al conjunto un aspecto cuadriculado. Se trataba de una inquietud de Steve Jobs, quien 10 años atrás había asistido a unos cursos de caligrafía, por lo que decidió que su Macintosh debía tener un especial cuidado por la tipografía. Kare aprendió rápidamente todo lo que necesitaba saber sobre tipografía y se aseguró de que el diseño fuera elegante y llamativo, pero básico y fácil de leer en la limitada resolución de las primeras pantallas de ordenador.
«El primer tipo de letra que diseñé fue Chicago porque necesitábamos una fuente de sistema en negrita», recordaba Kare durante la ceremonia de entrega de los National Design Award Cooper Hewitt 2019, en los que recibió el reconocimiento a su trayectoria profesional.
«Fue como trabajar con las agujas de coser»
Diseñar los iconos resultó ser un desafío mayor para la artista. La reproducción de obras de arte en esas superficies CRT tan primitivas, que utilizaban un sistema matricial de mapas de bits con puntos de luz o píxeles para mostrar los datos, era la pesadilla de todo diseñador. Andy Hertzfeld sugirió a Kare que obtuviera el papel cuadriculado más pequeño que pudiera encontrar. En la hoja, la diseñadora bloqueó una cuadrícula de 32 por 32 cuadrados que comenzó a colorear para crear los gráficos.
Así, después de que Kare apuntara varias ideas y conceptos, de aquellos bocetos salieron el bote de basura, el disco de la computadora o el documento en blanco con la esquina de la página doblada.
Susan Kare aprendió de su madre a hacer bordados de hilos contados, lo que le dio los conocimientos básicos que necesitaba para crear los primeros iconos para la Apple Macintosh hace 35 años.
«Dio la casualidad de que tenía pequeñas cuadrículas en blanco y negro para crear los diseños. Todo el proceso me recordó a trabajar con agujas, patrones de tejer o mosaicos. Tengo la suerte de haber tenido una madre que disfrutaba de las manualidades», comentaba en la ceremonia de premios para la web del Smithsonian. Esta simplicidad no es necesariamente una limitación: «La complejidad visual no es siempre directamente proporcional a la eficacia, la clave del proceso creativo sigue siendo conseguir una imagen que funcione como un símbolo para su público objetivo», explica Kare.
De esta forma, se encargó de definir el lenguaje gráfico, los iconos e incluso parte del marketing inicial. Kare recuperaba la idea del material común de oficina como metáfora del escritorio, y a partir de una libreta cuadriculada, y con todas las limitaciones técnicas de entonces, creó magistralmente las decenas de iconos que acompañaban las nuevas funciones de este sistema gráfico, dándoles una personalidad que, hoy día, aún perdura.
«Pienso en los iconos más como señales de tráfico que como ilustraciones, pero sobre todo creo en la sencillez y en la labor manual, la cual garantiza parte del éxito de estos trabajos», ha confesado la diseñadora.
Pionera en comunicar con una rejilla de píxeles reducida
Un principio que no solo aplicó a sus creaciones para Apple, sino también en sus iconos y gráficos para otros clientes como Facebook, IBM, Microsoft. La mayoría de ellos se encuentran registrados en la oficina de patentes y marcas de Estados Unidos y, en conjunto, le han valido el Premio a la Trayectoria Profesional de Cooper Hewitt.
Conseguir comunicar con una rejilla de píxeles reducida y con un estilo propio resulta todo un reto que va más allá de las tendencias. Prueba de ello es que muchos de estos iconos siguen vivos y comunican con la misma eficacia a una generación de usuarios que no sabe, por ejemplo, lo que es un disquete. La magia de un icono bien diseñado.